domingo, abril 12, 2009

Su mirada se ha cansado tanto de observar
esos barrotes ante sí, en desfile incesante,
que nada más podría entrar ya en ella.

Le parece que sólo hay miles de barrotes
y que detrás de ellos ningún mundo existe.

Mientras avanza dibujando una y otra vez
con sus pisadas círculos estrechos,

el movimiento de sus patas hábiles y suaves
va mostrando una rotunda danza,
en torno a un centro en el que sigue alerta
una imponente voluntad.

Sólo a ratos sin ruido se levantan
los cortinajes que ocultaban sus pupilas;
cruza una imagen hacia adentro,
se desliza a través de los rígidos músculos
inmóviles, cae en su corazón y se disuelve...

(R.M.R)

1 comentario:

Paola Barrera Sanzana dijo...

ey!
pille una foto kontigo y esta bonita :)
la habia olvidado